lunes, 26 de marzo de 2012

PENSANDO EN RETOMAR LOS ESTUDIOS

Gracias a Grace Morales me entero de ESTA NOTICIACA. Voy pallá, que a mi siendo FP2 de Electrónica seguro que me convalidan asignaturas a cascoporro. Creo que haciendo dos años ya te dan el titulo de DJ Auxiliar de Disco Pub y si terminas los cinco DJ Residente Especialista de Gran Sala o Macro Evento.

sábado, 17 de marzo de 2012

STEPHEN Y YO (II)

Desde aquel momento mi misión fue leer todo lo que cayera en mis manos de aquel tío. Casi todo fueron prestamos de otros amiguitos. Pasé un año ahorrando para poder autoregalarme por mi cumpleaños un tochazo llamado "It", que posteriormente devoraría durante el verano con mucho gusto.



















Me tragué todas las pelis basadas en sus libros, que casi nunca estaban a la altura de estos. Vi un millón de veces "Creepshow", el largometraje escrito por él y dirigido por George A. Romero.
















Solo dejé pendiente, en este aspecto, su incursión en la dirección de cine con "Maximun Overdrive" basada en un relato propio y cuya acogida fue mas bien regulera (viendo el trailer no es de extrañar).
















Por otro lado estaba la palabra de Stephen de la que mis colegas y yo nos hicimos fieles creyentes. Si decía que una película era lo mas, había que ver esa película:

Stephen dice: ¡La película mas espeluznante de todos los tiempos!























Si comentaba algo sobre una novela, había que leerla:























Si proclamaba: "He visto el futuro del Horror y su nombre es Clive Barker" había que ir corriendo a echarle un ojo al tal Clive. Pocas veces se equivocaba el tito Esteban.

Pero el tiempo pasó y también la fiebre por King. Seguía publicando libros como churros, pero ya no era lo mismo...así que el interés se fue diluyendo hasta casi desaparecer.

Hasta que...

Continuará...






viernes, 2 de marzo de 2012

STEPHEN Y YO

El motivo de contar la historia que cuento hoy es que he vuelto con Stephen King. No es que lo hubiéramos dejado definitivamente pero las cosas ya no eran como fueron. ¿Y cómo fueron? Pues ahí vamos:
Yo no he sido precoz nunca para nada, exceptuando lo de ser traumatizado a temprana edad como os contaba aquí... y siguiendo por ese camino...la cosa es que era verano, un verano, por algún motivo que no recuerdo, aburrido, contaba yo con diez tiernas primaveras  y aquella tarde decidí echarle un vistazo a un libro que llevaba en mi casa mucho tiempo. Era uno de esos libros que mis padres pedían al Circulo de Lectores y su portada no es que fuera un atrayente reclamo para un niño cuyos gustos literarios iban de Los Hollister a Enyd Blyton sin dejar de lado el Mortadelo.























Pero mucho mas pavor que la portada provocaba la foto del autor que había en el interior de la solapa. No la he encontrado, pero imaginaos a este tío:


















en un primerísimo plano, mirando muy serio y con la típica iluminación de susto, es decir, con una linterna iluminándole la jeta desde abajo. Sin haber leído ni una letra Stephen ya me había acojonado hasta la medula, así que decidí devolver el libro a su estantería y olvidar.
Olvidé, hasta que unos añitos después en una serie de television apareció el nombre del tío aquel, que debajo del brazo traía nuevos traumas para toda una generación que se cagó patas abajo al ver esto:
















Ahora resulta bastante chanante, pero entonces, ¡Madre mia!...
...a pesar del susto y una vez cambiados los calzoncillos, recordé el libro de la estantería: Carrie, el umbral de la noche. En realidad eran dos obras distintas recopiladas en un tomo: Carrie /El umbral de la noche. Mi epifanía con el tito Stephen llegaria con la segunda, que resultó ser una antología de cuentos...de terror, claro. A partir de aquí ya me hice fan, vaya usted a saber por qué se hace uno fan de alguien que lo único que quiere es acojonarte vivo, pero así fue...

Continuará
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